En pleno desarrollo de una nueva edición del programa «Noche de Furia», una situación inesperada alteró la dinámica habitual del set. Sharon García, una de las conductoras del ciclo, no disimuló su incomodidad cuando sus compañeros comenzaron a bromear sobre un supuesto pasado amoroso con el comunicador, Ale Rojas. Lo que empezó como una anécdota sobre una antigua relación rápidamente se desvió hacia especulaciones que incomodaron a la comunicadora.
Al intentar compartir un episodio personal, Sharon relató que tuvo un vínculo pasajero con alguien que luego comenzó a tratarla mal. Ante las pistas, sus colegas no tardaron en lanzar nombres, y fue cuando surgió el de Rojas.
La incomodidad creció cuando Sabb Montes coincidió con la suposición y la conversación tomó un rumbo más íntimo. “No quiero bromear con eso porque su ex es amiga mía y su actual es mi conocida”, dijo Sharon, marcando un límite claro en medio del desconcierto.
El cruce generó tensión en el ambiente y dejó en evidencia que, incluso en un programa donde el humor y la ironía son moneda corriente, hay temas que merecen respeto. Con una postura firme pero serena, Sharon demostró que no todo vale por un chiste, especialmente cuando están en juego vínculos personales y afectivos.