Casi dos décadas después de haber revolucionado el pop latino con “La Tortura”, Shakira y Alejandro Sanz han vuelto a unir sus voces en un reencuentro cargado de emoción y nostalgia. Ayer, el Bank of America Stadium de Charlotte, Carolina del Norte, fue el escenario de una sorpresa que dejó sin aliento a 50.000 asistentes: la reaparición del dúo interpretando en vivo su icónico tema, como parte del arranque de la gira estadounidense “Las Mujeres Ya No Lloran”.
La aparición de Sanz fue un momento cuidadosamente orquestado y absolutamente inesperado. Cuando las primeras notas de “La Tortura” comenzaron a sonar, el público estalló en vítores, sin imaginar que segundos después verían subir al escenario al cantautor español. La química artística entre ambos sigue intacta: miradas cómplices, voces sincronizadas y una entrega escénica que recordó por qué esa canción marcó un antes y un después en la música hispana.
Más allá del valor nostálgico, esta colaboración representa la vigencia de dos artistas que, pese al paso del tiempo, continúan conectando generaciones con su arte. El reencuentro de Shakira y Sanz no solo activó la memoria emocional de los fans, sino que también renovó el legado de una canción que, al parecer, sigue teniendo mucho que decir en 2025.