Mientras la selección paraguaya se prepara para enfrentar a Brasil, una historia fuera de las canchas está tocando el corazón de los hinchas. Natalia Fernández, madre del defensor Omar Alderete, compartió un relato conmovedor sobre los inicios difíciles que atravesaron juntos, y el rol fundamental que su hijo asumió desde muy joven. “Él no solo fue un hijo, fue un padre para todos nosotros”, expresó entre lágrimas en una entrevista con el programa Vive la Vida.
Natalia tenía apenas 18 años cuando supo que estaba embarazada de Omar. En ese momento, el padre del niño decidió alejarse, dejándola sola con la responsabilidad. Años después, cuando Omar ya se perfilaba como futbolista, aquel hombre quiso volver a acercarse. Con una madurez que la emocionó profundamente, su hijo aceptó el reencuentro. “Yo le dije que todos merecen una segunda oportunidad”, contó ella, orgullosa de la nobleza de su hijo.
La vida no fue fácil para ninguno de los dos, pero Omar encontró en el fútbol una vía para salir adelante. Natalia rememoró cuando, con solo 13 años, él le pidió que firmara un permiso para quedarse en el club Cerro Porteño tras una prueba. “Me trajo un papel y me dijo ‘mamá, firmá esto, porque me quedo en Cerro’”, relató con la voz entrecortada. Aquel fue el primer paso de una carrera que más tarde lo llevaría a vestir la camiseta albirroja con honor.
El joven defensor no solo brilló en la cancha, sino también en su hogar. Se convirtió en el principal sostén emocional y económico de su madre y su hermana, incluso regalándoles un departamento en Asunción hace dos años. Para doña Natalia, la historia se repitió con su segunda hija, pero nuevamente fue Omar quien asumió la responsabilidad familiar. “Él se hizo cargo de todo”, dijo. En vísperas de un partido clave, su testimonio nos recuerda que, más allá del fútbol, hay héroes silenciosos que también juegan los partidos más duros de la vida.