La conductora, Malala Olitte, dejó a sus seguidores sorprendidos al revelar que pasó por una operación delicada que, aunque inicialmente le causó mucho dolor y frustración, le permitió recuperar su bienestar. En un reciente testimonio, compartió que sufrió de diástasis abdominal, una condición poco conocida que afecta a muchas personas, pero que en su caso no mejoró con ejercicios, lo que la llevó a tomar la difícil decisión de optar por una intervención quirúrgica.
Con una sinceridad que emociona, Malala describió el proceso como un desafío emocional. “Sentí frustración, miedo, lloré mucho”, admitió, mientras reflexionaba sobre los momentos de incertidumbre previos a la operación. A pesar de los esfuerzos por corregir la condición a través de ejercicios durante dos años, fue claro que solo la cirugía podría darle una solución definitiva. “Hablar de esto no es fácil, pero es importante”, agregó, consciente de que su experiencia podría ayudar a quienes atraviesan situaciones similares.
La diástasis abdominal, además de ser una condición dolorosa, produce efectos debilitantes, como dolores en la espalda baja y problemas de incontinencia, algo que describió como particularmente incómodo. Afortunadamente, con la operación, evitó complicaciones mayores, como una hernia de disco, lo que habría afectado gravemente su calidad de vida. A pesar de los sacrificios, como la pausa en proyectos y la interrupción de su rutina de entrenamiento, Olitte se muestra optimista sobre su recuperación.
Hoy, con el corsé como recordatorio de su valiente decisión, celebra el haber tomado acción a tiempo y comparte su historia con el fin de dar visibilidad a una condición que afecta a muchas personas, pero de la que poco se habla. A través de su testimonio, Olitte no solo transmite un mensaje de esperanza, sino también de aceptación y autocuidado, resaltando la importancia de escuchar a nuestro cuerpo y tomar decisiones que nos permitan vivir mejor.