Miley Cyrus vuelve a abrir su corazón y contar, con una sinceridad cruda y sin adornos, los altibajos que atravesó en su vida personal, especialmente en relación con el consumo de drogas. En una reciente entrevista en el pódcast Every Single Album de The Ringer, la estrella de 32 años habló de cómo las sustancias dominaron una etapa importante de su carrera, al punto de convertirse en su mayor gasto. De hecho, confesó que ideó un insólito método para ocultarle esos gastos a su contador: clasificarlos como compras de “ropa vintage”.

La artista, conocida por su estilo irreverente y por reinventarse una y otra vez, relató cómo durante sus giras y tras el lanzamiento de su álbum experimental Miley Cyrus & Her Dead Petz en 2015, los ingresos se iban en su mayoría al consumo. “Las drogas fueron el mayor costo”, reveló, recordando que cada vez que su contador le preguntaba por esas costosas piezas de ropa, incluida una supuesta camiseta original de John Lennon, ella inventaba excusas para no revelar la verdad. “Solo queremos protegerla… es muy delicada”, decía entre risas, evidenciando con ironía la forma en que normalizaba su adicción.

Más allá de las anécdotas, Cyrus también reflexionó sobre lo que significó salir de ese oscuro capítulo. “Estoy tan contenta de haber sobrevivido a esa etapa de mi vida”, confesó, con una mezcla de alivio y orgullo. Si bien no alienta a nadie a seguir sus pasos, reconoce que haber salido de allí la fortalece y le da perspectiva. La cantante de “Flowers”, tema con el que ganó un Grammy, ha sido cada vez más abierta sobre su camino hacia la sobriedad.

No es la primera vez que la ex estrella de Disney aborda este tema. En 2017, reveló que había dejado de consumir marihuana y alcohol, y aunque admitió que durante la pandemia tuvo una recaída, logró volver a enfocarse en su bienestar. Su testimonio, lejos de buscar la polémica, aporta una visión honesta sobre los desafíos de crecer bajo los reflectores y la lucha silenciosa por recuperar el control de su vida. Miley, hoy más madura y en paz, se muestra como una mujer que aprendió de sus errores y que no teme compartir sus cicatrices.