El Grand National Tour, protagonizado por Kendrick Lamar y SZA, deslumbró a miles de asistentes en el SoFi Stadium en una noche cargada de energía, colaboraciones estelares y momentos inolvidables. Uno de los instantes más comentados fue la inesperada aparición de Justin Bieber, quien subió al escenario para acompañar a SZA en una emotiva interpretación de “Snooze”, provocando una ovación espontánea y la algarabía del público.
Sin embargo, más allá del furor inicial, la presencia del cantante canadiense también generó inquietud. Vestido con su habitual estilo urbano y relajado, Bieber lucía visiblemente apagado, con una expresión distante y movimientos que muchos interpretaron como señales de incomodidad o desconexión. Para sus seguidores, fue un contraste alarmante en medio de una atmósfera de celebración.
La actuación, lejos de disipar los rumores que han rodeado al artista en las últimas semanas, pareció avivarlos. En redes sociales, se multiplicaron los comentarios sobre su aspecto y estado anímico, alimentando la especulación sobre un posible episodio de ansiedad o desgaste emocional. Mientras el público celebraba su reaparición, también se abría paso una preocupación creciente.