En una entrevista exclusiva con PrimiciasYa, el odontólogo Gastón Trossero compartió su mirada profunda y sensible sobre una nueva forma de ejercer la profesión, una odontología más humana, empática y consciente del valor emocional que implica sentarse en un sillón dental. “Detrás de cada boca hay una persona con historia, miedos y emociones. No se trata solo de tratar dientes, sino de acompañar a alguien que necesita sentirse cuidado y comprendido”, aseguró el profesional, quien hace años promueve esta visión desde su consultorio.
Para Trossero, la clave está en la empatía genuina y la escucha activa. Desde el primer saludo hasta el cierre de la consulta, cada gesto cuenta para transformar el miedo en confianza. “El paciente no es un caso más; puede estar lidiando con ansiedad, vergüenza o frustración.
Por eso lo escuchamos sin apurar, explicamos con claridad y respetamos sus tiempos. Incluso adaptamos el ritmo del tratamiento si hace falta”, expresó, destacando también el rol del lenguaje claro, los modelos visuales y una frase que suele repetir: “Acá no hacemos nada sin que vos estés cómodo”.
La historia de una paciente que llegó temblando al consultorio y logró atravesar todo su tratamiento gracias a un enfoque respetuoso y emocionalmente contenido es una muestra del poder de esta filosofía. “Al principio, ni siquiera tocamos un instrumento. Solo charlamos. Con hipnosis, apoyo médico y mucha paciencia, ella fue recuperando su seguridad. Hoy viene feliz”, cuenta.
Para el doctor, este tipo de experiencias validan su convicción de que una odontología empática no solo alivia el dolor físico, sino también el emocional. Y concluye: “La magia no está solo en las manos. Está en el vínculo que uno construye”.