El exfutbolista,, Carlos “Colorado” Gamarra, estuvo a punto de perder parte de su patrimonio este lunes, tras una millonaria demanda por deudas que impulsó la empresa CARSA S.A. Con un monto de G. 327 millones pendiente de pago, el remate judicial de casas y vehículos ya estaba en marcha… hasta que intervino una figura inesperada: su exesposa, Norma.

Norma apareció en escena en el último minuto y logró detener el martillo. Para frenar el proceso, tuvo que asumir una serie de costos legales y logísticos vinculados al remate, desde publicaciones hasta el pago de la comisión del rematador. Aunque no saldó por completo la deuda, su intervención permitió que el juicio pase a estado de suspensión, dándole un respiro al exseleccionado nacional.

Detrás del gesto no solo habría una pizca de solidaridad, sino también estrategia patrimonial. Algunos de los bienes que iban a rematarse están a nombre de ambos, en calidad de condominio. Si se ejecutaba el remate, un extraño podría haberse convertido en copropietario del 50% de los inmuebles. Norma evitó que eso ocurriera, asegurando que su casa, al menos por ahora, siga siendo solo suya (y del Colorado).