Con una sinceridad desarmante, la comunicadora y bailarina, Melissa Quiñónez, abrió su corazón en una reciente entrevista en el programa Al Estilo Pelusa. Allí, compartió cómo ha sido su camino como madre y la carga emocional que conlleva criar a su hijo prácticamente sola. Aunque remarcó que convertirse en mamá fue lo mejor que le pasó, reconoció que la maternidad también puede ser desafiante, especialmente cuando no hay una figura paterna presente de manera constante.
Sobre la relación entre su hijo y Julián Crocco, padre del niño, Meli fue clara. Dijo que si bien existe amor entre ambos, la conexión no es tan frecuente ni cercana como ella desearía. “Se ven una vez al mes, hablan, se aman… pero no es esa relación padre e hijo que yo hubiera querido para él”, expresó con calma. Aclaró que, aunque durante mucho tiempo insistió en que Julián se involucrara más, finalmente comprendió que no puede obligar a nadie a ser diferente.
“Creo que soy un 99% madre soltera”, confesó, al describir cómo ha tenido que asumir múltiples roles para cubrir las necesidades de su hijo. Relató que durante años intentó fomentar el vínculo entre padre e hijo, pero llegó al límite emocional. “Ya ni pongo en tela de juicio. Muchas veces le decía ‘buscale’, ‘hacé tal cosa’, hasta que entendí que ese no es el camino”, agregó, en lo que pareció ser más un acto de aceptación que de resignación.
Meli también se refirió al agotamiento emocional que conlleva la maternidad en solitario. Admitió sentirse colapsada cuando debe afrontar sola situaciones importantes que le gustaría compartir con el padre de su hijo. “Hay muchas cosas en las que él prácticamente está ausente y que yo ya tengo que resolver”, expresó. A pesar de todo, la actriz dejó entrever que ha encontrado fuerza en la maternidad misma, un rol que asumió con entrega y honestidad, pero también con la esperanza de construir una realidad más acompañada.