A casi siete meses de la trágica muerte de Liam Payne, exmiembro de One Direction, ocurrida el 16 de octubre de 2024 en Argentina, nuevos detalles han salido a la luz sobre la herencia que dejó el cantante británico. La noticia de su fallecimiento conmocionó al mundo de la música y dejó un vacío entre millones de fanáticos. Hoy, el foco gira en torno al futuro económico de su único hijo, Bear Payne.
Según medios británicos, Payne no dejó un testamento formal al momento de su muerte. Esto llevó a que la justicia del Reino Unido tomara el control sobre el destino de su patrimonio, valorado en 24.3 millones de libras esterlinas, una cifra que supera los 300 millones de dólares. La decisión legal determinó que el único heredero será Bear, de 8 años, fruto de la relación entre Liam y la cantante Cheryl Tweedy.
Aunque Bear será el destinatario total de la fortuna, el acceso al dinero estará regulado. La administración del patrimonio estará a cargo de su madre, Cheryl, quien deberá establecer un fideicomiso en nombre del niño. Este sistema garantizará que los fondos estén protegidos hasta que Bear alcance la mayoría de edad. Además, la gestión estará supervisada legalmente por el abogado Richard Mark Bray, designado por el tribunal para velar por el correcto uso de los recursos.
Fuentes cercanas a la familia afirman que, aunque la pérdida de Liam fue irreparable, encontrar claridad sobre el futuro financiero de su hijo representa un alivio para sus seres queridos. “Es un consuelo saber que Bear tendrá todo lo que necesite en su vida”, señalaron allegados al entorno del artista, quien dejó una huella imborrable tanto en la música como en quienes lo conocieron.